
Supongo que desde mi punto de vista de fotógrafa, el interés no viene de la información textual de los cartelitos colocados junto a las series de imágenes, si no de las imágenes por sí mismas pero apoyadas en los textos para añadir datos importantes que ayuden a una mejor comprensión.
Y hablando de comprensión, el orden de las fotografías me ha producido cierto caos a la hora de seguir la serie. Me explico, la exposición se organiza por grupos de imágenes y cada grupo de imágenes se centra en dos o tres ingredientes. Los grupos de imágenes están colocadas en la sala de forma que al entrar ves una amalgama de fotografías con la temática central de los ingredientes escogidos por Collins. El problema es que no resulta fácil visualizar a qué ingredientes se refiere y cómo funciona el proceso de recolección, producción o lo que sea de cada producto. Sinceramente, como observadora no sabía hacia dónde mirar primero y qué recorrido tenía que realizar mi mirada después.
Al principio de este post he dicho que la exposición no era para mi, a lo que me refiero es que puede que sea un trabajo orientado hacia personas del mundo de la cocina, de la restauranción, puesto que las fotografías como tal no me han aportado nada especial.